Crónica del fin de semana

[listenin’ Jarabe de Palo – La chica de Ipanema]

Viernes…

Amaneció mi viernes en mi cama mientras golpeaba la lluvia en mi persiana. A la tarde cogí un tren rojo que me llevó a Bilbao. Una vez allí pasé la noche bebiendo y disfrutando de la primera barra libre de mi vida mientras cada trago que bebí (inconscientemente) me acercaba más a Ella. Me llamó mientras tenía en mi mano derecha un baso lleno de vodka y una rosa enredada entre los dedos. Acerté a coger el móvil y salí del recinto mientras sentía cada gota de lluvia mojar todo mi cuerpo. De alguna manera me purificó y acabé por desmadrarme (algo más) hasta puntos que hacía años no llegaba a alcanzar. Estuve dando vueltas a una plaza durante unas horas mientras hablaba con un amigo sobre ‘no recuerdo que temas’ justo antes de subir a un autobús que me llevaría de vuelta aquí, a Pamplona…
Cuando llegué cometí un error: llamar a my fuckin’ brother para ver qué era de su vida. Resultado? Acabé entrando al sitio de los vaivenes… y por supuesto acabé totalmente inconsciente en mi cama. Al día siguiente había quedado con mi Margarita en que pasaría a buscarle por su facultad para estar un rato juntos y al final, con los errores de la noche, acabé llegando casi una hora tarde. Y porque Ella me llamó, que si no…..

[listenin’ Macaco – SOS]

Sábado…

No hubo resaca. Me despertó una llamada en mi móvil. Eran las doce y veinte y era mi Margarita. Había quedado con Ella a las doce y había apagado los tres despertadores que me puse para las once y media.
Ella no quería que fuera si me apetecía dormir pero la verdad es que tenía muchísimas más ganas de verle y estar con Ella que de quedarme en la cama y esperar a las seis de la tarde para verle. Así que me levanté de la cama cual rayo y me vestí con la misma ropa que había dejado a la noche al llegar a casa. No tenía tiempo ni de buscar otro baquero, otra camiseta, otro jersey… y ya no hablo de afeitarme y de ducharme…
Pasé del ascensor. Bajé escaleras abajo saltando de tres en tres los escalones y cuando me planté en la calle tomé rumbo y no paré de correr hasta justo unos cien metros de mi destino: Ella. Justo en ese momento, al cruzar una calle y tratar de esquivar una barandilla y un semáforo, recibí un ‘ligero’ golpe en mi muslo izquierdo el cual, sin darme cuenta en ese momento, me iba a dejar cojo hasta el día de hoy.
Llegué a mi destino sí, no le pude hablar demasiado porque hacía tiempos que no corría tanto y tan deprisa así que me informó de que su examen le había salido bien y me dijo que era un tonto, que no debía haber corrido tanto.
A la tarde volví a estar con Ella.. y la noche… A la noche estuvimos en la bajera, con todos, yo estuve la mar de agusto y Ella por lo visto no se aburrió demasiado. Cuando dieron las tres nos dirigimos al lugar de los vaivenes pero Ella y yo nos dimos la vuelta, nos sentamos en la bajera, hablamos durante horas y nos miramos enamorados… y acabamos protagonizando una de las mejores noches que he pasado en mi vida.
De esas horas me quedo con la cantidad de secretos que ha averiguado sobre mí, no porque yo se los haya dicho, y con su cara mientras yo descubría otros secretos…
[no penséis mal, cochinos!]

[listenin’ Eagles – Hotel California]

Le acompañé a su parada, la misma que justo hacía cuatro semanas fue protagonista de aquella mítica frase: “dos besos o uno” (alguno/a se estará riendo) y al despedirnos caminé hacia casa lentamente y anhelando sus besos…

Domingo……

Cuando me he despertado lo primero que he visto ha sido a mi perro chupándome toda la cara. La_NoTa lo había lavado y estaba precioso. Me he levantado con mi pierna cada vez peor y he esperado su llamada de teléfono postrado en el sillón del salón.
He estado con Ella a la tarde, he pasado toooda la tarde disfrutando de su compañía y, sobre todo, con Oro Nuevo en mis labios y en sus oídos…

Reflexiones post-finde:

[listenin’ Julieta Venegas – Lento]

1 ) La miserable postura de algún que otro personaje que nos rodea y lo hartos que nos tiene a más de uno.
2 ) La mala suerte que empezó la noche del viernes al sábado, a las doce en punto. A partir de esa hora y durante las veinticuatro siguientes la mala suerte me acompañó y de qué manera. Allí en Bilbao se me cayeron cubatas, me quemé con cigarros y me pasó de todo. Una vez ya en sábado propiamente dicho cuando me levanté se me caían cosas de las manos, me pegué con el semáforo, me ensucié alguna que otra vez la ropa que tan cuidadosamente me había puesto para estar con Ella y, para colmo, se me olvidaron en casa algunas cosas que quería haberle dado. Eso sin contar la cantidad de veces que me tocó los huevos ‘algún que otro personaje’.
3 ) Ha llegado a mis oídos un dato bastante curioso y el cual me gustaría poner en conocimiento: cierta persona del Consejo ha arrancado de esta web algunos comentarios y los ha transmitido ‘a su libre albedrío’ a gente que yo no considero apta para saber de mi vida. A dicha persona (que ya sabrá quién es) me gustaría dejarle claro algo, a ella y al resto, para posibles problemas semejantes:
Es Mí web, tenéis la dirección porque Yo os la he dado; así que porqué no os limitáis a leer si queréis en lugar de transmitir mis opiniones, sentimientos y demás cosas MÏAS?
De todos modos decirle a ese miembro que no estoy cabreado, que no estoy ni tan si quiera jodido, pero que por lo menos tenga un poco en cuenta que yo no voy diciendo lo que me cuenta personalmente… Un beso para ese miembro por cierto, que no se nada de su vida… A ver pa’ cuando un ciego cantando! Y con Margarita también! :D

[listenin’ Amelie - J'y Suis Jamais Alle]

Y ahora para despedir este fin de semana que se acaba con una victoria de Osasuna frente a ese violento Sevilla, que se acaba con una indiscutible derrota del Plan Ibarretxe, que se acaba con una maravillosa sensación de mi Margarita al salir del bar, que se acaba con tantas cosas buenas:

“y todo empezó porque quería hacerte crónicas diarias de mi evolución, crónicas instantáneas, encerrarme en nuestra habitación y prestar atención a todo lo que nos ocurriera. No permanecer interrumpido, pero incluso yo me interrumpo a mí mismo. Soy trozos de canciones que no me dejan cantar, y la gente pasa, pasa y me pisa, me interrumpen, uno a la derecha, otro a la izquierda, por delante, por detrás.., mi vista se cansa de verlos pasar, mis neuronas se enumeran (y faltan),
cierro los ojos
y me sumerjo,
soy uno más.. “
Posted on 00:48 by E and filed under | 2 Comments »

2 comentarios:

Anónimo dijo... @ 14:02

Veo que una de las canciones que has escuchado es la de Julieta Venegas. El sabado estuve en el concierto y me gusto bastante. Sobre todo esa que has escuchado en este post.Me recuerda a ese chico que quiso ir muy rapido y no me dejo ni le deje tiempo para que le diera todo lo que queria darle :( En fin...

Anónimo dijo... @ 00:22

¿quien es ese ‘algún que otro personaje’? soy demasiado lista para no averiguarlo?