see the moon

luna llena



Lazy - See the moon

Am I going wrong or am I going wright
I’m trying to decide but don’t expect me to cry
Cause things are easier most of the times
So don’t go thinking that I wait for a sign
Cause sometimes it’s you, but sometimes it’s me
And I’ve built a boat for us to sail the sea
Yeah, sometimes it’s me, and sometimes it’s you
But I always wait for you to see the Moon

Even if you want me to leave you alone
You know that it’s harder to go on your own
So let me tell you what I’m thinking right now
I’m going to see the Sun before you come with your
Clouds

Sometimes it’s you, but sometimes it’s me
And I’ve built a boat for us to sail the sea
Yeah, sometimes it’s me, and sometimes it’s you
But I always wait for you to see the Moon

Always fixing your eyes in me
Always wondering myself about the way that you feel
Posted on 18:25 by E and filed under | 0 Comments »

Las Baldosas de Pamplona

“No, lo siento, por aguarte el día..”

Las baldosas de Pamplona son blancas surcadas por un dibujo que serpentea infinito. En algunos barrios, los más nuevos y de clase media, el fondo blanco embaldosado lo recorre una serpiente roja que describe eternas eses. En unas zonas esas eses son más pequeñas y en otras más grandes, según lo extenso de la acera, pero todas escriben un particular recorrido en el que siempre miran al frente aunque se desplacen de lado a lado.

En otros barrios la serpiente es azul, y adorna eses dando vueltas sobre sí mismas en un infinito camino, sólo interrumpido por parkings y algún que otro parche. Ni las vueltas de esquina en algunos casos son capaces en esas manzanas de hacer que el camino se haga unas veces para adelante y otras volviendo hacia atrás, describiendo un círculo sobre sí mismo.

Es observable que las serpientes rojas, por lo general, están nuevas, lucidas y cuando hace sol, dan esplendor. Aunque para mi gusto, puestos a ser peatón, prefiero las serpientes azules, algo desgastadas por ser la zona un pelo más vieja y erosionada, y porque a fin de cuentas, sirven mejor para cuando llueve, para no resbalarse.

Hablando de resbalarse. Las baldosas de Pamplona sean cuales sean, son pisadas y menospreciadas, y además, utilizadas como instrumento urbanístico al que acudir siempre en caso de supuesta modernización, cuando es precisamente lo que da carácter a cada acera, a cada camino.

Si cambias el dibujo, el color, la acera, estás perdido; no sabes llegar a casa sin levantar la mirada del suelo, como buen pamplonés. Y no lo sabes hacer porque esas serpientes tienen el lujo de poder hipnotizarnos para hacernos de un camino largo y a veces fresco una gran reflexión.

Hoy, caminando de número a número y sobre las baldosas, me sumergí durante los veinte minutos en pensamientos y teorías más o menos sanas sin atisbar ni si quiera de lejos que la solución estaba bajo mis zapatos.

Soy las baldosas de Pamplona.

Buena Suerte y Hasta Luego.
Posted on 00:22 by E and filed under | 0 Comments »

absurdo

Escribir como antaño..
Abrir una página blanca y escribir como se debe sería fácil y seguramente placentero si no viviera estos días tan extraños. Supongo que será el paso de los años, más hoy que se acerca otro nuevo, supongo que será que la cabeza, como órgano de pensar y también como recipiente al que no le cabe más de lo que se puede introducir, aprende que tras los días intensos y tras los ratos de soledad forzada por el trabajo o el camino al trabajo, nada de esfuerzo cabe ya por seguir dando vueltas y vueltas al mismo asunto que horas antes has machacado en el desmigado cerebro.
Supongo que será por eso por lo que me es tan difícil escribir.. por eso y porque no quisiera aburrir con tanta palabrería.. cuatro borradores en tan sólo siete días que llevamos de mes comienzan a preocuparme. No se si realmente no publico entradas por falta de originalidad o porque creo que no tengo nada que contar, que es lo que alguna vez ocurre al dejar incompleto un post y guardarlo como borrador por pensar que tal vez no sea merecedor de serlo como tal..
Llevo años escribiendo y creo que de todo, ésto es lo más absurdo..
Posted on 03:03 by E and filed under | 0 Comments »

La Soledad del Lider

Cuando quieres cosas grandes debes pagar el precio, uno de estos costos es la soledad...
Cada vez que Dios te sube un peldaño tu debes bajar más a la cueva de oración, donde no hay amigos, no hay familia, no hay amor, solo esta el Maestro quien con su propia mano te moldea como vaso frágil. No temas entrar a ese lugar, solo ahí estan las respuestas, solo
ahí esta tu verdadera fuerza, por que no importa cuantas veces caigas, mientras no olvides que debes levantarte. Por que los campeones no son los que nunca fallan; sino los que nunca se rinden....


de http://posible.blogspot.com/2007/05/la-soledad-del-lider.html
Posted on 00:42 by E and filed under | 0 Comments »

La Soledad del Lider

Cuando quieres cosas grandes debes pagar el precio, uno de estos costos es la soledad.... cada vez q Dios te sube un peldaño tu debes bajar mas a la cueva de oracion, donde no hay amigos, no hay familia, no hay amor, solo esta el Maestro quien con su propia mano te moldea como vaso fragil. No temas entrar a ese lugar, solo hay estan las respuestas, solo hay esta tu verdadera fuerza, por q no importa cuantas veces caigas, mientras no olvides q debes levantarte. Por q los campeones no son los q nunca fallan; sino los q nunca se rinden....


de http://posible.blogspot.com/2007/05/la-soledad-del-lider.html
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John Keats

De puntillas anduve por un pequeño monte,
daba frescor el aire y corría tan leve que los dulces capullos,
con orgullo modesto y languidez,
doblando, en una breve curva sus tallos
con las hojas escasas y abusados,
no perdieron aún la estrellada diadema
recogida del día en su primer sollozo.

Puras eran y blancas las nubes,
como ovejas trasquiladas saliendo del arroyo.
Dormían dulces en los bancales del azul;
deslizábase un estremecimiento silencioso en las hojas,
nacido del suspiro que exhalaba el silencio,
pues no se hubiera visto ni un moverse menudo
entre todas las sombras de la hierba, inclinadas.

Al ojo más voraz,
largo vagabundeo ofrecíase en torno,
entre las cosas varias:
reseguir el cristal del lejano horizonte
y descubrir las líneas de su borde, indecisas;
imaginarse raros,
caprichosos meandros del sendero del bosque,
interminable y fresco;
en los fondos umbríos y en salientes hojosos,
adivinar por dónde frescores busca el río.

Miré un poco, y tan ágil y libre me sentía
como si abanicándome las alas de Mercurio
hubiesen en mis pies retozado:
era leve mi corazón,
y muchas delicias de mis ojos me estremecían.
Púseme a hacer un ramillete de esplendores brillantes y suaves:
leche y rosa.
Una mata de flores de mayo, con abejas:
¡ah! no faltará, cierto, en los recodos dulces;
que el lozano laburno sobre ellas se vierta,
y, junto a sus raíces, altas hierbas las guarden
frescas, húmedas, verdes;
y den sombra a violetas para que al musgo prendan en la red de sus hojas.
Un seto de avellanos,
que ciñen zarzarrosas y espesa madreselva,
recogiendo la brisa en sus tronos de estío;
y también se vería el ajedrez frecuente de algún árbol muy tierno,
que, con hermanos leves y verdes,
ha brotado en caprichosos musgos, de las viejas raíces.

De John Keats
Posted on 02:56 by E and filed under | 0 Comments »