About a Girl

[listenin’ Nirvana – About a Girl]

Todavía puedo disfrutar de su olor cuando entro en mi habitación. Me acerco las manos a mi cara y si cierro los ojos puedo sentir que estoy con Ella, que sigo viendo alguna de las películas que hemos visto estos días o que incluso sigo sentado a la mesa cenando con Ella. Cierro los ojos y todavía siento la textura de sus labios enredados con los míos, la suavidad con que me besan y la sensualidad con que los maneja…
Me pregunto qué haré éstos días sin Ella en mi exilio en Salou; o mejor dicho cómo lo haré, porque se a ciencia cierta lo que haré pero no se cómo tendré fuerzas para poder aguantar sin verla.
Lo se, mi médico me recomendará mil veces al día no probar de esa medicina porque a Ella al tiempo le saldrán los sarpullidos del agobio, pero supongo que el dicho médico tendrá que tornarse más psicólogo si cabe. Y yo para él. Creo que ninguno de los dos atravesará buenos días en nuestro exilio. En fin, Tequila, mucho Tequila; y cerveza, mucha cerveza.

[listenin’ Café del Mar – Habanera]

Aún recuerdo perfectamente su sonrisa y su cara al ver una maravillosa puesta de Sol en dicho café. Y sus manos mientras me acarician suavemente la piel de mi antebrazo… Recuerdo cada una de las palabras que pronuncia y la dulzura con la que entran en mis tímpanos. El suave murmullo de su timbre de voz… El color de sus vaqueros y la forma de llevarlos tan perfectamente alineados a su cuerpo, como si esa prenda estuviera hecha solo para Ella…
Recuerdo como se ponía de puntitas para coger la pimienta blanca que utilizaría para su plato de pasta, provocando un estado de sitio en Italia. Su cara mientras prueba el primer bocado de su nuevo plato picante a base de pasta y tomate. Recuerdo como cada calada que le prestaba al cigarro que tenía en su mano sonaba a un beso distinto cada vez, como si Andrés estuviera narrándome lo que veía a través de mis ojos.
Cuando andábamos hacia su parada de autobús recuerdo haber escuchado la frase que ha terminado por clavarme su nombre en la frente, como años atrás predijeron Andrés y Joaquín:
- Te voy a echar en falta estos días.
Recuerdo cada abrazo que nos hemos dado mientras esperábamos y la forma en que me abrazaba, tan cálida y tan cariñosa. Recuerdo la cantidad de veces que en una sola tarde he estado por preguntarle “de verdad crees que no eres cariñosa?”.
Y… Recuerdo los últimos besos de sus labios, antes de irse, mientras yo trataba de hacerme a la idea que volveré pronto, que no es para tanto. Recuerdo como subía a la villabesa y me saludaba mientras empezaba a andar, con esa sonrisa tan delicada…
Con razón es Margarita.. de mil hojas… algunas deshojadas y otras no… Por fin, eso sí, he podido tener el tallo entre mis brazos en un abrazo…

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once.. etc… hasta llegar a estos... los últimos.. los que han caído antes de que te fueras..
Sumar es milagro.
Posted on 00:09 by E and filed under | 0 Comments »

0 comentarios: