Quiero amigos de verdad
[listenin’ E.Bunbury - Otto e Mezzo]
Hoy quiero contaros una historia, para los que la sabéis y para los que no. Para los que me leéis y para los que no. Para los que me escucháis y para los que me oís.
Antes de nada deciros que voy a estar unos días sin escribir a fin de que los que quiero que la lean puedan leerla, y qué mejor forma que no poner nada en días posteriores para que puedan aprender algo de todo esto.
También voy a pediros perdón por adelantado si para algunos resulta poco gracioso o embarazoso el hecho de que os meta como parte de la historia y testigos de tales hechos. Repito, lo siento, pero cuando hable con vosotr@s podré especificaros el porqué, aunque se de buena mano que ya entendéis ésta situación tan.. absurda.
Alguien me dijo un día, hace algunos años, que la gente que forma parte de la mesa cuadrada de la bajera es un tanto “chulesca”, “prepotente” e incluso he llegado a oír que “llenos de complejos”.
Algunos, algunos.. –respondía yo entre aplausos.
Por supuesto que va a sorprender todo lo que empaparé de éste amarillo. A un@s porque no me creíais capaz de llegar a hacerlo y a los otros (a los que se dirige tal cúmulo de letras) porque por fin uno de los caballeros de la mesa cuadrada os va a decir lo que ciertos miembros de dicha tabla pensamos.
Hace más de un año creé este log para poder tener cierta intimidad de cara a contar lo que realmente me importa, me sucede o me da por pensar. Me preocupé muy mucho de que ésta dirección que aparece en la barra de arriba no la conociesen más que las personas que realmente me importan como tales, como amigos, como aquellas a las que sé puedo tener siempre presentes, pa’ bien y pa’ mal.
Pues hace unos días éste log ha pasado a manos de quien yo no quería y quien por supuesto no quiero que lean. Pero ahora eso ya me da igual. Confío en que esto que estoy escribiendo llegue a hacerles pensar, recapacitar y rectificar.
Porque sí son errores, sí..
Éste blog no deberíais tenerlo, no. Y creo que ya sabe el lector/a a quién me refiero. Porque aquí es de sobra conocida vuestra actitud frente a determinadas situaciones y personas.
Ok..
Por qué?
[listenin’ Eminem – Business]
La última vez que conté ésta historia fue a La_MaLa. Bueno, a ella y a la Pitufina y al Instigador. Así que lamento tener que haceros leer de nuevo éste pedazo de parrafada, pero cuando esté con vosotr@s creo que recibiré felicitación por tal acto de sinceridad, de libertad de pensamiento y de .. sí, por qué no? ..amigo.
Bien..
Hace años que nos conocemos, queridos compañeros de mesa, y creo que ya va siendo hora de que os enteréis de una vez por todas de las incomodidades que algunos pasamos cuando estamos en vuestra presencia.
Hoy, hace un rato, estaba en la bajera con la PS2 y ha entrado por la puerta el gato Shannon. Una de las cosas que me ha dicho:
”Pensaba que el blog de XxXxX era malo, pero el tuyo es peor” (o algo así).
Bien. Una de las razones por las que vosotros no tenéis ésta dirección hasta hoy es precisamente por eso. Porque un servidor está hasta los mismísimos cojones de que se le ría a la cara alguna gente que, en mayor o menor graduación, está sobrepasada en complejos y soberbia.
Ya hace unos años que me hice la promesa de que sólo sabrían de mi vida personal los amigos que yo creo como tales. Y vosotros con actitudes como ésta no mejoráis vuestro grado, más bien lo encarecéis, haciendo que la posibilidad de que caballeros de la mesa como yo no queramos ni por asomo hablar con vosotros de cosas que no nos sean triviales.
El último detalle es el fin de semana en que uno de los caballeros de la mesa se iba de viaje y al despedirnos nos cruzamos con otros y alguien nos preguntó “por qué no habéis llamado?”
Habíamos estado echando una cerveza Él y yo y al salir del bar y coger el coche nos cruzamos con dos. Y habíamos quedado porque nos encanta poder hablar de nosotros entre nosotros (valga la redundancia) y nos encanta hacer algo más que sentarnos frente a frente y hablar de estar sentados frente a un monitor y hablar con alguien que (os guste o no) no conocéis.
Lo que más me ha sorprendido en todo éste tiempo es cómo el gato Shannon, ése personaje que se ríe de los demás día sí y día también, que insulta por insultar y que se cree tan “nosequé”, no se haya dado cuenta de que él podría echar cervezas con el resto y conmigo mismo cada vez que quisiera si no fuese por ese comportamiento tan absurdo que tiene.
Pues verás, a tí en concreto. Tyler y yo vamos a echar cervezas cada vez que queremos y no os llamamos porque creemos que con vosotros no se puede hablar de ciertos temas (importantes todos para nosotros) dado que la prepotencia con la que actúas cuando cuento algo (rojo por ejemplo) o simplemente haciéndote ‘el sabelotodo’ y las risas que os echáis al escuchar lo que para nosotros son auténticos problemas nos llena de placer y de lujuria, y tal hecho no nos gustaría que nos empañase la conversación cervecera entre corrida y semen.
Ésta, por supuesto, sólo es una de las situaciones de las que yo (y no soy el único) estoy hasta los cojones.
Me creo lo suficiente buen amigo como para apoyar a uno de los míos en cualquiera de las cosas que haga o no haga, la comparta o no, pero vosotros con la actitud que tomáis hacia lo que el resto hacemos os perjudica, porque en el fondo a las ‘víctimas’ (palabra tan en boga) nos da igual, siempre nos queda llamar a un Amigo de verdad y poder contar problemas, lo que queremos o no queremos hacer, pero no así con vosotros.
Pongo ejemplo. No quería enseñar el corto, el guión, y fui yo mismo el que cuando estaba pidiendo una cerveza se preguntaba a qué coño venía el haberlo dado para leer.
Al final lo leéis y veo risas. Bien, hay quien puede decir que sería por algún comentario al respecto, pero no recuerdo haber escuchado apoyos de ningún tipo y mucho menos palabras de ánimo.
Ni que decir tiene si hablamos del Rojo de las rosas..
[listenin’ Fiona Apple – Extraordinary Machine]
Podría poner más ejemplos como la música que puedo llegar a bajar a la bajera, o cada comentario que uno hace.. Pero qué más da, no? Creo que ya es suficiente lo dicho como para enfrascarme sólo en éste aspecto de lo que vosotros llamáis ‘amigo’.
L@s que me han oído hablar de éste tema saben todo esto y son precisamente ell@s los que alguna vez me han dicho “cómo dejas que pase esto?” o “por qué no dices nada?”. Porque esa es otra. Las risas y las collejas, los improperios y los “hacer de menos” se acentúan cuando viene alguien a la bajera que no conocéis especialmente y es amigo mío.
Si ya encima es una chica o un grupo de chicas la situación es exponencial. Por lo visto necesitas hacerte valer mucho más que el resto y crees que hacerlo insultando, dando una colleja o simplemente diciendo lo tonto que te puede parecer alguno de tus ‘amigos’ (porque sólo a ti te parece) es el modo ideal.
De hecho as de saber, y ahora sí que ya puedo hablar con total libertá, que es precisamente eso lo que te distancia del resto, amigos o no. Esa prepotencia acabará dejándote extremadamente sólo o con Internet, según veas conveniente, porque de lo que puedes estar seguro es que soportarte así no lo hace cualquiera.
Ahora puedes deducir tú mismo porqué la amiga de Flipi, ciertas amigas de la que hasta hace unos meses era mi novia, etc, no te caen bien (por poner algunos ejemplos). Pues porque no les caes bien, porque juzgan cada vez que te ven y no quieren rodearse de una persona que si trata a sus amigos así cómo creerán que lo haces con el resto.
Lo que más me jode de todo esto es que a nosotros, por ende, nos jode indirectamente, porque esa gente no quiere venir a nuestra bajera (de todos) por el mal clima que se puede llegar a respirar en ciertos momentos.
Dicho el tema personal de las vejaciones y los sinsabores (nunca mejor dicho) de ésta relación de amistad procederé, ahora que hablaba de gente que pudiera venir a la bajera, con el siguiente punto del día: los fines de semana.
Esto ya es una sensación personal tras muchas farras, pero me gustaría exponerla para vuestro conocimiento y análisis.
Recuerdo hace años cuando salíamos y nos divertíamos.. yo ahora no lo hago.
Y no lo hago precisamente por ese clima que por lo visto ha llegado a tal magnitud que el hecho de salir de farra con algunos de la bajera me resulta muy incómodo. Por qué? Se lo dije a una chica el jueves del otro día cuando me preguntaba porqué no bailaba: porque me siento observado.
Y esa sensación yo antes no la tenía.
Ahora sin embargo siento cada vez que voy a hacer algo de farra que alguno de los caballeros me observa y eso es precisamente lo que no me hace sentir a gusto.
Porque yo recuerdo que antes no nos cortábamos un pelo en hacer algo, pero ahora sin embargo esas cosas provocan risas y no precisamente de complicidad y cachondeo, sino de esa sensación de ridículo que muchas veces me hacéis pasar.
Cuántas veces he tenido en todo éste tiempo que quedarme quieto cuando una tía se me acerca en un bar por alguna razón que imagináis y no he querido ni tan siquiera dar un detalle de agradecimiento por lo que luego pueda llegarme a hacer sentir la gente de la que me rodeo.
He llegado a tal punto que salir con gente ‘externa’ a la mesa cuadrada me supone un alivio y una auténtica noche de farra. Y eso me consuela en el momento, pero luego al ir para casa sólo con mis susurros me siento una auténtica mierda preguntándome “por qué coño no podré estar igual de bien con mis amigos?”.
Porque con gente que no es de la bajera me siento bien bailando en un tugurio, me siento bien riéndome de algo sucedido, me siento bien en cada tequila, me siento bien cada vez que se me acerca alguien a bailar, .. .me siento bien.
[listenin’ Albertucho – Descuida]
Así las cosas.. Finalizando.
Amigos, dicho esto espero haceros reflexionar y sinceramente espero que tras un sencillo análisis de lo que habéis leído actuéis en consecuencia.
Porque no hay peor manera de amistad que ésta, estoy convencido de ello.
Espero que algún día podamos echar unas cervezas y poder estar hablando de cosas no triviales, sin perder la compostura y sin dejar de ser unos auténticos AMIGOS.
Buena Suerte y Hasta Luego.
Posted on 23:38 by E and filed under | 14 Comments »
Hoy quiero contaros una historia, para los que la sabéis y para los que no. Para los que me leéis y para los que no. Para los que me escucháis y para los que me oís.
Antes de nada deciros que voy a estar unos días sin escribir a fin de que los que quiero que la lean puedan leerla, y qué mejor forma que no poner nada en días posteriores para que puedan aprender algo de todo esto.
También voy a pediros perdón por adelantado si para algunos resulta poco gracioso o embarazoso el hecho de que os meta como parte de la historia y testigos de tales hechos. Repito, lo siento, pero cuando hable con vosotr@s podré especificaros el porqué, aunque se de buena mano que ya entendéis ésta situación tan.. absurda.
Alguien me dijo un día, hace algunos años, que la gente que forma parte de la mesa cuadrada de la bajera es un tanto “chulesca”, “prepotente” e incluso he llegado a oír que “llenos de complejos”.
Algunos, algunos.. –respondía yo entre aplausos.
Por supuesto que va a sorprender todo lo que empaparé de éste amarillo. A un@s porque no me creíais capaz de llegar a hacerlo y a los otros (a los que se dirige tal cúmulo de letras) porque por fin uno de los caballeros de la mesa cuadrada os va a decir lo que ciertos miembros de dicha tabla pensamos.
Hace más de un año creé este log para poder tener cierta intimidad de cara a contar lo que realmente me importa, me sucede o me da por pensar. Me preocupé muy mucho de que ésta dirección que aparece en la barra de arriba no la conociesen más que las personas que realmente me importan como tales, como amigos, como aquellas a las que sé puedo tener siempre presentes, pa’ bien y pa’ mal.
Pues hace unos días éste log ha pasado a manos de quien yo no quería y quien por supuesto no quiero que lean. Pero ahora eso ya me da igual. Confío en que esto que estoy escribiendo llegue a hacerles pensar, recapacitar y rectificar.
Porque sí son errores, sí..
Éste blog no deberíais tenerlo, no. Y creo que ya sabe el lector/a a quién me refiero. Porque aquí es de sobra conocida vuestra actitud frente a determinadas situaciones y personas.
Ok..
Por qué?
[listenin’ Eminem – Business]
La última vez que conté ésta historia fue a La_MaLa. Bueno, a ella y a la Pitufina y al Instigador. Así que lamento tener que haceros leer de nuevo éste pedazo de parrafada, pero cuando esté con vosotr@s creo que recibiré felicitación por tal acto de sinceridad, de libertad de pensamiento y de .. sí, por qué no? ..amigo.
Bien..
Hace años que nos conocemos, queridos compañeros de mesa, y creo que ya va siendo hora de que os enteréis de una vez por todas de las incomodidades que algunos pasamos cuando estamos en vuestra presencia.
Hoy, hace un rato, estaba en la bajera con la PS2 y ha entrado por la puerta el gato Shannon. Una de las cosas que me ha dicho:
”Pensaba que el blog de XxXxX era malo, pero el tuyo es peor” (o algo así).
Bien. Una de las razones por las que vosotros no tenéis ésta dirección hasta hoy es precisamente por eso. Porque un servidor está hasta los mismísimos cojones de que se le ría a la cara alguna gente que, en mayor o menor graduación, está sobrepasada en complejos y soberbia.
Ya hace unos años que me hice la promesa de que sólo sabrían de mi vida personal los amigos que yo creo como tales. Y vosotros con actitudes como ésta no mejoráis vuestro grado, más bien lo encarecéis, haciendo que la posibilidad de que caballeros de la mesa como yo no queramos ni por asomo hablar con vosotros de cosas que no nos sean triviales.
El último detalle es el fin de semana en que uno de los caballeros de la mesa se iba de viaje y al despedirnos nos cruzamos con otros y alguien nos preguntó “por qué no habéis llamado?”
Habíamos estado echando una cerveza Él y yo y al salir del bar y coger el coche nos cruzamos con dos. Y habíamos quedado porque nos encanta poder hablar de nosotros entre nosotros (valga la redundancia) y nos encanta hacer algo más que sentarnos frente a frente y hablar de estar sentados frente a un monitor y hablar con alguien que (os guste o no) no conocéis.
Lo que más me ha sorprendido en todo éste tiempo es cómo el gato Shannon, ése personaje que se ríe de los demás día sí y día también, que insulta por insultar y que se cree tan “nosequé”, no se haya dado cuenta de que él podría echar cervezas con el resto y conmigo mismo cada vez que quisiera si no fuese por ese comportamiento tan absurdo que tiene.
Pues verás, a tí en concreto. Tyler y yo vamos a echar cervezas cada vez que queremos y no os llamamos porque creemos que con vosotros no se puede hablar de ciertos temas (importantes todos para nosotros) dado que la prepotencia con la que actúas cuando cuento algo (rojo por ejemplo) o simplemente haciéndote ‘el sabelotodo’ y las risas que os echáis al escuchar lo que para nosotros son auténticos problemas nos llena de placer y de lujuria, y tal hecho no nos gustaría que nos empañase la conversación cervecera entre corrida y semen.
Ésta, por supuesto, sólo es una de las situaciones de las que yo (y no soy el único) estoy hasta los cojones.
Me creo lo suficiente buen amigo como para apoyar a uno de los míos en cualquiera de las cosas que haga o no haga, la comparta o no, pero vosotros con la actitud que tomáis hacia lo que el resto hacemos os perjudica, porque en el fondo a las ‘víctimas’ (palabra tan en boga) nos da igual, siempre nos queda llamar a un Amigo de verdad y poder contar problemas, lo que queremos o no queremos hacer, pero no así con vosotros.
Pongo ejemplo. No quería enseñar el corto, el guión, y fui yo mismo el que cuando estaba pidiendo una cerveza se preguntaba a qué coño venía el haberlo dado para leer.
Al final lo leéis y veo risas. Bien, hay quien puede decir que sería por algún comentario al respecto, pero no recuerdo haber escuchado apoyos de ningún tipo y mucho menos palabras de ánimo.
Ni que decir tiene si hablamos del Rojo de las rosas..
[listenin’ Fiona Apple – Extraordinary Machine]
Podría poner más ejemplos como la música que puedo llegar a bajar a la bajera, o cada comentario que uno hace.. Pero qué más da, no? Creo que ya es suficiente lo dicho como para enfrascarme sólo en éste aspecto de lo que vosotros llamáis ‘amigo’.
L@s que me han oído hablar de éste tema saben todo esto y son precisamente ell@s los que alguna vez me han dicho “cómo dejas que pase esto?” o “por qué no dices nada?”. Porque esa es otra. Las risas y las collejas, los improperios y los “hacer de menos” se acentúan cuando viene alguien a la bajera que no conocéis especialmente y es amigo mío.
Si ya encima es una chica o un grupo de chicas la situación es exponencial. Por lo visto necesitas hacerte valer mucho más que el resto y crees que hacerlo insultando, dando una colleja o simplemente diciendo lo tonto que te puede parecer alguno de tus ‘amigos’ (porque sólo a ti te parece) es el modo ideal.
De hecho as de saber, y ahora sí que ya puedo hablar con total libertá, que es precisamente eso lo que te distancia del resto, amigos o no. Esa prepotencia acabará dejándote extremadamente sólo o con Internet, según veas conveniente, porque de lo que puedes estar seguro es que soportarte así no lo hace cualquiera.
Ahora puedes deducir tú mismo porqué la amiga de Flipi, ciertas amigas de la que hasta hace unos meses era mi novia, etc, no te caen bien (por poner algunos ejemplos). Pues porque no les caes bien, porque juzgan cada vez que te ven y no quieren rodearse de una persona que si trata a sus amigos así cómo creerán que lo haces con el resto.
Lo que más me jode de todo esto es que a nosotros, por ende, nos jode indirectamente, porque esa gente no quiere venir a nuestra bajera (de todos) por el mal clima que se puede llegar a respirar en ciertos momentos.
Dicho el tema personal de las vejaciones y los sinsabores (nunca mejor dicho) de ésta relación de amistad procederé, ahora que hablaba de gente que pudiera venir a la bajera, con el siguiente punto del día: los fines de semana.
Esto ya es una sensación personal tras muchas farras, pero me gustaría exponerla para vuestro conocimiento y análisis.
Recuerdo hace años cuando salíamos y nos divertíamos.. yo ahora no lo hago.
Y no lo hago precisamente por ese clima que por lo visto ha llegado a tal magnitud que el hecho de salir de farra con algunos de la bajera me resulta muy incómodo. Por qué? Se lo dije a una chica el jueves del otro día cuando me preguntaba porqué no bailaba: porque me siento observado.
Y esa sensación yo antes no la tenía.
Ahora sin embargo siento cada vez que voy a hacer algo de farra que alguno de los caballeros me observa y eso es precisamente lo que no me hace sentir a gusto.
Porque yo recuerdo que antes no nos cortábamos un pelo en hacer algo, pero ahora sin embargo esas cosas provocan risas y no precisamente de complicidad y cachondeo, sino de esa sensación de ridículo que muchas veces me hacéis pasar.
Cuántas veces he tenido en todo éste tiempo que quedarme quieto cuando una tía se me acerca en un bar por alguna razón que imagináis y no he querido ni tan siquiera dar un detalle de agradecimiento por lo que luego pueda llegarme a hacer sentir la gente de la que me rodeo.
He llegado a tal punto que salir con gente ‘externa’ a la mesa cuadrada me supone un alivio y una auténtica noche de farra. Y eso me consuela en el momento, pero luego al ir para casa sólo con mis susurros me siento una auténtica mierda preguntándome “por qué coño no podré estar igual de bien con mis amigos?”.
Porque con gente que no es de la bajera me siento bien bailando en un tugurio, me siento bien riéndome de algo sucedido, me siento bien en cada tequila, me siento bien cada vez que se me acerca alguien a bailar, .. .me siento bien.
[listenin’ Albertucho – Descuida]
Así las cosas.. Finalizando.
Amigos, dicho esto espero haceros reflexionar y sinceramente espero que tras un sencillo análisis de lo que habéis leído actuéis en consecuencia.
Porque no hay peor manera de amistad que ésta, estoy convencido de ello.
Espero que algún día podamos echar unas cervezas y poder estar hablando de cosas no triviales, sin perder la compostura y sin dejar de ser unos auténticos AMIGOS.
Buena Suerte y Hasta Luego.