El sol se ponía en el horizonte. Las aguas del Nilo manchadas por la combustión de los buques circulaban lentas y apenas se veía un sólo destello de tristeza en sus ojos. Iba acercándose a uno de los extremos del buque con pasos lentos pero seguros. Se limitaba a disfrutar de su momento. Pretendía encender el cigarro escuchando el sonido del Nilo y observando como al sol se le cerraban los ojos por el sueño..
El cigarro en una mano y en la otra un encendedor. Ambos prestados por algun conocido que le acompañaba en el viaje. La postura apagada con la que se apollaba en la barandilla le recordaba a la conversación que tubo en su coche con aquel tipo sumido en el disgusto de no comprender a las mujeres de su ciudad natal..
Miraba el horizonte y manejaba el cigarro aun apagado con su mano derecha. Lo movia entre sus dedos, lo manipulaba con tales deseos que apenas pareciera que podía preocuparse por aquel vehículo cancerígeno y de mal olor y sabor. Mientras, en un instante, miró hacia abajo. El líquido contaminado iba chocando contra el casco del barco. Hipnotizado por la sensación de la brisa y por los dulces amagos que la brisa le brindaba decidió ya por fin prenderlo.
Colocó el cigarro en sus labios y lo saboreó apagado un último momento. Pasó el mechero a su mano derecha y rascó la piedra. La fragua de Vulcano tocó con el extramo del cilindro ya posado en su boca y se empapó del momento. Aspiró el humo. Esa primera bocanada que tan bien le ha sabido siempre. El placer ahora se confundía con la sangre en sus venas. Lo apartó de su dentada lentamente y mirando de nuevo la línea infinita que separa el cielo de la tierra sintió que en ese instante estaba en el cielo posado en la tierra.
Fue consumiendo tabaco poco a poco mientras el gran buque avanzaba lentamente entre las aguas.. Muchos pensamientos. Se acordó de nuevo de la cerveza que le rechazó a 'su hermano' esa última vez, de la última noche que pasó en aquel lugar azul de su ciudad, de las canciones que cantó mientras manchaba moquetas o reía a carcajadas, de aquella chica, de su pelo rubio entre sus dedos, de las otras chicas, de qué hará cuando vuelva..
Hubo un segundo en el que se sintió agobiado. Qué iba a hacer al volver a casa con ellas? Qué les diría? Cómo lo haría? Acto seguido acercó otra vez el cilindro a sus labios e inhaló. Se olvidó de agobios, de tantas sensaciones estresantes que nunca le conducían a nada y de todo aquello que podía perjudicar ese cigarro..
Era su momento..
Levantó su mano y tubo el cigarro frente a sus ojos. Le habló.
- Qué voy a hacer contigo?
Le echaba de menos. Hacía ya tiempo atrás que no conocía el sabor de la nicotina en su boca y no tenía todabía claro si era temporal o sería definitivo. Pero aquello lo esperaba desde tiempos inmemoriables..
Se iba despidiendo el tabaco. Le decía adios lentamente sin otro particular que haberle echo disfrutar apenas cinco minutos a través del Nilo. Lo caló ondo esa última vez que jamás quiso que llegara y lo enfundó entre sus dos dedos. Con un ligero impulso lo arrojó al río. Se despidió de él mientras caía sobre el agua con una mirada entre melancólica y de haber acabado de tener un orgasmo. De nuevo se apolló en la barandilla y observó el horizonte.
Aún estubo unos minutos observando las dos orillas antes de darse la vuelta y avanzar lentamente hacia los camarotes. Echando el ojo atrás cada paso, queriendo guardar una foto en su menmoria de lo que fueron esos momentos..

[to my fuckin' brother]