Balance

Quería saber lo que es escribir un Balance. En un par de días es nochevieja y éste parece ser el primero en muchos años que no recibo uno. Siempre había recibido y leído de alguien y yo nunca me había planteado dejar uno..
Confrontación del activo y el pasivo para determinar el estado de un negocio.
Resultado de algún asunto.
Curioso..
Curioso que esté más familiarizado con el primer resultado de la definición de ‘Balance’ que con el segundo. Y es que vivo en mi día a día haciendo un continuo balance, las miles de consecuencias de realizar una acción me comprometen a determinar el estado de una decisión antes de haberla tomado.. confrontaciones permanentes de activos y pasivos, cuentas más o menos claras en las que siempre he de fijarme antes de dar el siguiente paso, contabilidad en B a todas horas..
Me acurruqué en un abrazo en un cuello que no era ninguno de los que hasta ese momento me eran familiares, y entonces ví claro todo el activo, todo el pasivo, y todo el inmovilizado. Hasta recordé todas las facturas que mi parte contable del cerebro guardó dentro de la partida de consumibles (con mayor o menor acierto, por cierto). Entonces lo ví claro, tendría que contabilizarlo todo y esperar a que la cuenta de pérdidas y ganancias ofreciera un resultado digno para pasar al siguiente ejercicio sin que mi hacienda personal me diera ningún disgusto más.

A vuela pluma..
Aún recuerdo cómo empezó la nochevieja.. recuerdo el sabor del vodka con cocacola en el Espejo, con sus amigas y amigos, aderezándolo con tequila para que supiera más cómodo. Recuerdo un tobillo que se torció supuestamente por mi culpa y los empujones borrachos al ir hacia casa.. aquella noche me quemaron uno de mis chalecos favoritos.. y no me dolió..

Aún recuerdo las tres horas que me pasé a grados bajo cero en su portal la noche de reyes. Recuerdo mi mano helada buscando mis últimos céntimos en el bolsillo, y la recuerdo también tratando de encajar la moneda en la ranura de la cabina. Me quedé sin batería y ella no llegaba, metáfora también de lo que ocurriría siempre.. Dolido y defraudado mi corazón volvía por primera vez en mucho tiempo a su ritmo que quería y le parecía olvidado.. Recuerdo el sabor de sus lágrimas al verme y susurrarme entre llantos..

Aún no puedo olvidar el sonido de las gotas de lluvia sobre su coche frente a mi portal, en aquella fatídica pero a la postre educadora noche de enero. Mi gabardina de cuero, la lluvia y el exceso de conversación me hicieron parecer precisamente el mismísimo cuervo, pero con una perspectiva mucho más hesseniana. Aquel día al llegar al portal me miré al espejo y el agua, el cuero negro y la mirada triste merecían sin duda una de las fotos de mi vida; la que más reflejaría mil veces mil situaciones. Desde ese día camuflo mis facciones con un felpudo de pelo más o menos homogéneo..

Aún recuerdo el concierto de Quique González y sus canciones. Cómo palpitó el corazón.. cómo me supo aquel abrazo.. Recuerdo el zumo en la mañana y el tacto del aire al caminar entre Yamagutxi. Aún huelo la sonrisa que me acompañaba y los restos de la noche en mi ropa. La comida de ese día y las ganas de poder volver a vivirla..

Aún siento las lluvias del mes de abril sobre mis hombros.. y las flores con espinas en mayo. Recuerdo los proyectos por acabar y la gente esperando para entregar, el calor en las suelas de los zapatos de la velocidad del trabajo.. Bien hecho, terminé a tiempo, pero me dejé medio corazón en el camino. La paz y la alegría quedaban una vez más en entredicho..

Aún sostengo que los sanfermines fueron extraños pero a la vez concluyentes: “no NoTa, no se puede esperar nunca nada de nadie”. Furbol, toros y blanco y rojo.. supusieron la primera vez para muchas cosas pero he de asegurar una entre todas: el día que acabes las fiestas y pienses ‘por fin’ es que algo ha cambiado. Fuera o dentro de ti..

Aún recuerdo el viento verde del Sur en uno de mis viajes y la honestidad que me suponía sentirme dichoso. Recuerdo pasear entre calles y saludar gente con una sonrisa descarada, producto de mi lleno total por la resolución de mil situaciones y por la impecable sensación de empacho personal..

Aún recuerdo las conversaciones, llamadas y consejos de todos y cada uno de los que estuvisteis ahí. Antes, durante y después. En una de ellas, en una conversación de terraza, sobre jardín y bajo estrellas, una mujer sabia me dijo: “has de ser fiel a ti mismo para encontrar lo que pides, en cualquier acción y a cualquier precio”. Aún puedo actuar, hablar o exponer cualquier cosa con esa frase clavada en la frente. Recuerdo una llamada en particular que me mostró de la forma más clara con la que nunca lo había visto que estaba siguiendo rutas circulares, como escribí en otros tiempos, y que realmente en lo que me debería ocupar es en solucionar cómo salir, no cómo tratar de juntar siempre la cabeza y la cola de la serpiente.

Aún recuerdo la noche de los santos inocentes porque ese día me iba a disfrazar de cuervo y porque llovió. A cántaros llovió.. Recuerdo estar en el quince con dos dígitos y más tarde en la suma de los dos en uno sólo, el seis. Recuerdo ver la caja roja del tabaco llena de euros italianos que me eran devueltos como para pagar al barquero Siddharta. Recuerdo llorar a lágrima viva, a chorros. Llorar la digestión y el sueño. Llorarlo todo y hacerlo bien, como nunca. Recuerdo estar paralizado frente al revellín de la Ciudadela, sin cuerpo, sin cerebro y sin alma. Como si todo hubiera llegado al final..

Recuerdo despertar por la mañana y afinar tacto, oído y olfato en un mismo instante y al siguiente sentir dolor. Recuerdo sulfatar esos momentos saliendo de casa con lo primero que me podía poner y marchar con la Dolorosa a ver Pamplona y a pasear por todas las calles; para llorarlas todas y para olvidarlas. Cierto día me senté sobre esta silla y escribí uno de esos papeles que nunca volverán a ver luz, en el que ensayé sobre personalidad y oficio, exigiendo un cambio sin precedentes, una puesta a punto, un punto nuevo de inicio.. y un final de era..

Recuerdo caminar por Pamplona sin escuchar música, con mi cigarro recién liado y mi mano jugando con mis pelos. Pensé durante muchas horas mucho en mí, en la gente que me quiere y en lo que quiero.. y también en lo que no quiero (por qué no Andrés?). Pregunté a mi memoria cual era su inmovilizado material e inmaterial, qué cosas había dejado como consumibles y cuáles nos servirían para poder amortizar. Me listé en la cabeza todas y cada una de las frases y consejos que oigo y me apunté la presencia de cada uno de vosotr@s en el corazón. Comprometí mi fidelidad a mí mismo y, ahora, la pongo en Balance..

Ahora soy fiel a mí mismo, conduzco más tranquilo y ando bajo la lluvia y por mis calles. Me emociono con un buen vino y termino horas leyendo y escribiendo noches que me pertenecen en propiedad. Conozco más gente y me hago menos daño. Me olvido de todo en nuevas conversaciones y ya no tengo tanto miedo a hacerme ilusiones. Hasta he conocido estrellas nuevas y miradas únicas! También escucho canciones que impusieron prohibidas like a Imagine y duermo tranquilo por fin..
Ahora tengo el alma tranquila y la cabeza bien alta. He aprendido de los y las mejores profesoras. He sobrevivido a mis propios primeros treinta años de vida habiendo sentido dolor y alegría en un mismo instante.. Suficiente para cumplir con la segunda definición de Balance.

Buena Suerte y Hasta Luego

Posted on 03:50 by E and filed under | 1 Comments »

1 comentarios:

carcajada dijo... @ 10:39

Este año no hay balance... no, este año no voy a "resumirlo" en unas líneas. Este año sólo voy a compartir con vosotros la "banda sonora" que me ha acompañado a lo largo de estos 12 meses que hoy finiquitan el 2010.
Ha sido un año... intenso, mucho, pero hoy se termina y le despido con una sonrisa y con buena música.

http://www.youtube.com/watch?v=-urblfy0Xk8