Hoy mi hermana me ha sacado a comprar lotería para mañana. Me ha dicho que me ponga un abrigo, “que hace frío, abrígate”.. Nos hemos montado en el coche y hemos ido a buscar un número, esos cinco dígitos en los que en parte dejas un poquito de tu ilusión. Yo nunca me he creído mucho éso de comprar un número de diezmil esperando que toque. Y ya no es un número, es un décimo de esos dígitos.. En fin, para mí siempre un absurdo. Hasta hoy.
Me he montado en su camioncito, que dice ella, y me ha llevado de guía por Pamplona mientras ha puesto una canción.

[listenin' La Sonrisa de Julia – Oigo Tu Voz]

En un principio le he comentado que “por qué me pones esto.. pues qué música más alegre no?”. No es que tampoco esté hecho una mierda todo el día, tengo mis ratos, y realmente creo que es porque confío plenamente en Ella y creo que todo ésto se resolverá.. Espero.. porque entonces no sé que haría sin tí..
En fin, que la Golfilla cuando me ha puesto la canción me ha dicho que me calle, que la escuchara, y ha subido el volumen. Yo callado me he limitado a dejarme ir en su coche, que va como la seda, oyendo y guiandole hasta la Plaza del Castillo, donde hemos aparcado.
Una vez parados en uno de los semáforos, en primera línea, sin peatones y sin nada al fondo, he mirado la plaza Principe de Viana al fondo, la calle vacía, sin nada, limpia de coches, y me ha dado por echarla de menos en ese instante, porque sí, porque llevo su voz dentro de mí, porque además ayer la oí y porque Pamplona ya no es la misma sin verla a Ella sobre sus aceras..

Y ahora que he buscado la foto he visto tantas y tantas suyas..
Y al tratar de distraerme de esas fotos y buscando el vídeo de ésta canción he acabado viendo uno en el que salen Lucas y Sara, los de la serie de A3.. Tampoco es que yo la siguiera demasiado, pero sí que les seguía a ellos, porque la Tuneladora, un amigo, la veía en su piso, y yo con él me sentaba a verla.. Porque siempre que les veía me acordaba de mi Carcajada, de todos esos momentos buenos y malos, en un Calvito, en momentos difíciles, de demasiado tiempo sin vernos, de esos momentos que ahora me parecen tontería..



Lo cierto es que todo esto viene precisamente por uno de los versos de la canción, que será lo último que escriba hasta mañana.. Porque mañana seguiré con mi vuelta a aquella normalidad que siempre nos acercaba: escribir más.. Porque creo que tenemos que volver a reencontrarnos, porque aunque no la vea sigo viéndola en cada calle y también porque aunque no hable con Ella sigo oyéndola..
...
La Golfilla ha aparcado cerca de la muralla en el aparcamiento, me he cagado un poco en los gestores de ésta nuestra gloriosa capital, y hemos salido al desfile de niños, parejas, novios y familias que asistían a la cabalgata. En ese momento de tanto amor, ilusión y buenas sensaciones que nos rodeaba, casi que me sentía como un extraño, no se si por creer que no estoy en las mismas condiciones o simplemente porque yo y mi hermana igual éramos los únicos que íbamos sólos por la calle.. Y para no quedarme detenidamente observando padres, madres, hijos, novios y novias y volverme loco echándole de menos en ese momento me he tratado de distraer reafirmandome en lo mal que lo hacen al ver todo el suelo y la frialdad de la nueva Plaza del Castillo. Hemos caminado juntos hacia alguna parte donde vendieran lotería y al llegar el tendero nos ha señalado que quedaba un solo número y además bastante feo.. Pero os aseguro que cuando lo he tenido en mis manos me ha hecho ilusión.
Pero no sólo el billete en sí, ese pedazo de papel que es una participación casi imposible de ser premio. Me ha dado ilusión para mí, porque ese décimo, al mirarme a los ojos me ha dicho que tenga ilusión, que tenga confianza, que no desespere..
Le he mirado a mi hermana, y al irnos me he acordado de lo graciosos que le quedarán los nuevos Manolos..

estoy seguro de tí..