Idiosincrasia italiana

Cuando hemos entrado al panal a seguir con nuestro trabajo, a las 6 de la mañana, se han empezado a escuchar las primeras noticias del día en la radio. Una de ellas hablaba del absentismo laboral italiano, un país donde 3,6 millones de personas estan 'contratadas' por el estado como funcionarios. Éstos 3,6 millones de funcionarios le cuestan a las arcas italianas la friolera de 300.000 millones de euros al año. Una cifra que no está exenta de problemática, dado que el aumento lógico del sueldo en los últimos años no va acompañado de un aumento de la productividad, que está un 50% más baja que en los cuerpos asalariados de las empresas privadas.
El nombramiento del señor Brunetta como Ministro de Administración Pública italiano por parte de Berlusconi fue muy sonado en aquel país, porque proponía la resolución del absentismo en la administración pública mediante una serie de medidas que, en su día, fueron muy discutidas y provocaron un debate que casi parecía haber olvidado la población italiana. Hasta esta semana.
La situación era la siguiente: los funcionarios italianos, llamados «fannulloni» (traducido como 'holgazanes') permanecían sin ir al trabajo durante meses y años con bajas infinitas o simplemente porque no les apetecía. Hasta que el nuevo ministro ha sacado adelante una batería de medidas que en sólo unos días ya ha repercutido en la productividad de los fannulloni. Ha dividido el sueldo de los funcionarios en dos partes: una fija y la otra por su productividad. Al estilo Barça, al estilo Laporta. Esta sencilla medida, que ha provocadodo un gran debate dentro de la sociedad italiana y una gran repercusión mediática, ha tenido efecto inmediato. Según ha comentado a los medios de comunicación el ministro Brunetta, el absentismo laboral de los fannulloni se ha reducido en un 45% en las administraciones públicas. Esto significa que al menos 100.000 funcionarios han vuelto al puesto de trabajo del que vivían.
«La gente se ha dado cuenta del cambio, aunque todavía no es suficiente», dice el ministro. «Más que ofender a los trabajadores públicos, lo que quiero es que recuperen el orgullo de decir que realizan una labor fundamental»
Y ZP? a qué espera ZP?
Aquí también se necesitan medidas valientes de este tipo..

Buena Suerte y Hasta Luego
Posted on 12:32 by E and filed under | 0 Comments »

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