27 = 4

[listenin’ The Cure – Lullaby]

Amanecí en mi particular día veintisiete y me sumergí directamente en un humo incansable de tabaco que, aún perjudicial, me hizo expulsar cada una de las penas que tenía en el nudo de mi garganta como flemas que se tiran con fuerza tras una noche de farra.
Más tarde me percaté de que eran las nueve de la mañana. Había dormido solamente 4 horas..
Como de costumbre me acosté a las tantas de la mañana tras mi guardia nocturna frente al teléfono. Siempre me acuesto sobre las cinco porque es más o menos la hora a la que Ella se acostará en aquel país..
Me dirigí a la autoescuela como otras mañanas y me permití el lujo al salir de dirigirme hacia la parte vieja y estar en todos y cada uno de los sitios en los que estuve con Ella.
Me eché una cerveza en el mismo bar de los bocadillos picantes, me eché un cigarro en la misma balconada del Caballo Blanco, me di un paseo por todas y cada una de las calles e incluso entré en las dos iglesias que nos han marcado: la Catedral y la del Santo que le protege..
Me volví a casa. La una de la tarde..
Me tumbé en mi cama con el vago interés de que las horas fuesen, por un solo día, minutos, y me puse a recordarla.. Tanto que acabé en un mar de sollozos en las que no se oía otra cosa que su nombre..
A la tarde me fui a mi rincón. Ése en el que estuve una noche cenando antes de que se fuera con unos bocadillos. Una vez allí eché de menos ese humo compacto así que fumé y fumé hasta que mi tabaco acabó.
Al levantarme y caminar hacia un bar donde recargar mi batería de inconsciencias me fui para casa a esperar de nuevo en mi guardia nocturna, por si llama.
Y es así como llego a este momento..

I’m waitin’ for u..
I need u too..
I love u too...
Posted on 00:29 by E and filed under | 0 Comments »

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