Serían más o menos las once más o menos cuando me llegó el mensaje.
Estaba en mi bajera, rodeado de casi todos los caballeros de la mesa cuadrada y charlando y picoteando olivitas.. Era uno de esos momentos en los que estaba yo sólo, sin nadie a mi alrededor y pensando en Ella y todo lo que me rodea últimamente, desde exámenes hasta curros.. No es que no me hablara nadie ni que yo no quisiera hablar con nadie, pero era el momento que todo el mundo tiene: observas a tus amigos y disfrutas de ese instante de verlos a todos hablando con todos. Pero irremediablemente de ese estado de observación pasas al de pensar en tus cosas y te encierras en ti mismo mirando el infinito de un vaso vacío.
Justo en ese momento llegó su mensaje.
Al coger el móvil y leerlo tuve la misma sensación que si la hubiera tenido a mi lado y se me hubiera inclinado sobre mi hombro para decirme al oído susurrando todo lo que ponía..
Oír su voz.. oír su voz..
Alguna vez os habéis parado a sentir, que no pensar o imaginar, lo que es la necesidad de escuchar una voz al oído diciéndote ese algo que necesitas?
Pues ése fue el momento, solo que sin su voz y sin sus labios de plata..

Buena Suerte y Hasta Luego