Latidos

Estaba profundamente dormido, tan dormido que no oí tu más que posible visita mañanera al baño de 'antes de'. Sólo me desperté cuando sentí que me acariciabas la espalda cuando me tumbo en una postura tan típica y cómoda para mí, al borde de mi lado de la cama. Tumbado, de medio lado, me dí la vuelta y traté de decir algo: buenos días.. pero creo que el sonido no lo produjeron mis labios, sólo sonreí con los ojos aún cerrados y otra vez la sensación de felicidad de la noche anterior acorde con la seguridad de que estás a mi lado..

Lo siguiente que sentí es que no había nada que me tapara, tu mano en mi pecho y tus besos al amanecer saben mejor cuando no hay nada entre tú.. y yo.. Estaba completamente desnudo y de alguna manera comprendía y sabía que querías probarte a tí misma y saber si en un momento como ese, te podrías olvidar de todo y hacer el amor sin tener que dar pié a todo lo que sabías que podría venirte encima.
Quería abrir los ojos, abrazarte y besarte, pero no podía. Siempre cuando te despiertas lo imaginas y lo haces con la mente pero tu cuerpo no responde hasta que por fin vuelves a despertarte.

Lo siguiente que sentí fueron mis manos acariciándote. No había rastro de la sábana que nos cubría y estaba completamente desnudo besándote y acariciándote la cintura, la zona baja de tu espalda que siempre me recordará mi pulgar clavado y mi mano sobre tu barriguita..
(Me excita ese abrazo por la espalda, también a veces al caminar, besándote en el cuello mientras te sientes segura)

..Sentí tu mano bajando por mi estomago, por mi pecho.. me acariciabas lentamente como reconociendo un territorio grabado en el recuerdo, disfrutando de esta oportunidad de observarme y acariciarme de una manara casi furtiva. Yo seguía sin moverme, pero sentía como mi cuerpo se estremecía con tus caricias.

Ahora que justo empezaba a hacerlo ya no quería despertar, la sensación era maravillosa, en un lugar más cercano a los sueños que a la realidad y mientras tus manos correteaban por mi envés sentía como tus labios me besaban con el acompañamiento de fondo de uno de tus gemidos, sintiendo un placer abstracto muy agradable, como el arte del que me hablabas días atrás..

Ya no sabía si estaba despierto o dormido, sólo sabía que te deseaba tanto que dolía. Sentía miles de pulsaciones en todo mi cuerpo, como si mi yo material fuera un corazón de metro ochenta.

(...)

Buena Suerte y Hasta Luego

PD: tus caricias al despertar hacen que mi piel se renueve en ti
Posted on 12:39 by E and filed under | 0 Comments »

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