aire de la calle

He de reconocerlo, mientras todos y cada uno de estos días andaba sobre asfaltos, aceras y jardines andaba tramitando su expediente final. Tras muchas divagaciones y conclusiones, salió pena capital casi por unanimidad, así que hubo que ejecutar la sentencia y acabé con año y ocho días de caricias, arreglos y demás parafernalia gestual.

Si he de ser sincero me dolió bastante menos de lo que creía. Y fue más rápido de lo que esperaba. Y mientras lo hacía me decía a mí mismo que tal vez ya había dejado de ver sombras y piquetes, y que seguramente sería por eso por lo que apenas me estaba costando esfuerzo.

Esperaba que fuera un acto casi religioso, en el que me encomendaría a la providencia o algo así para que me diera fuerza y no me arrepintiera a mitad de obra, con todo sin acabar.. Esperaba lágrimas, flashazos de recuerdos y una infinidad de sentimientos aflorando bajo y sobre piel. Pero nada. La rapidez de una máquina y la prisa por acabar cuanto antes la homilía me hicieron ver que, a fin de cuentas, el hecho de pasar una página no es sólo un hecho físico sino también una preparación medianamente efectiva.

Ese día sonó por primera vez el pequeño rock & roll de Quique y Enrique. Por primera vez desde la última vez. Porque escuchar ese tema del señor González, ése en particular, se había convertido en prohibitivo, algo que no quería hacer incluso por salud personal. Y cuando sonó en el aleatorio de mi móvil no lo quité, y se escuchó en un baño, con una toalla a la cintura y con mis recién estrenados 70 kilos mirándose al espejo. Sonaron los acordes Do Fa Do Fa Do Sol La y nada se paró, nada se movió de su sitio, nada vino de nuevo.. Tan solo ví ir fantasmas, sombras y mi barba..



Buena Suerte y Hasta Luego
Posted on 00:23 by E and filed under | 0 Comments »

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