..que en el lenguaje náutico viene a significar la ausencia de viento, la quietud del aire. Es una buena forma de definir los días que he pasado tras este largo fin de semana. Además, me vuelvo una y otra vez a reconsiderar la posibilidad de volver a hacer ese viaje en otras ocasiones, porque fue muy largo, lleno de imprevistos y de momentos claustrofóbicos..
Dos son las razones que me han llevado hoy precisamente a sentarme aquí. La primera es porque hace mucho que no escribo ni dejo nada en este espacio, pero la segunda ya tiene mucho más que ver con el blog. Porque no hace mucho alguien me recordó que tenía que escribir, que no lo dejara de lado. Fue en el coche, cuando íbamos a no se dónde, y pensé: "joder, mi blog!".
y es que estuve pensando y la verdad es que tengo un problema. No es grave, pero es un problema. Hay días, temporadas, en las que me apetece escribir, pero no sé de qué, o a qué fin, con qué intención. Y digo esto porque sé lo que quiero decir, pero a veces no se como contarlo.
Aún así no me preocupa..
Son momentos temporales, días que pasan con pereza blogera o algo así.
Y ésto me hace recordar que después de la calma txitxa..