Incluso a mí me resulta extraño ver que las últimas líneas que escribí pertenecen al 24 de noviembre, pero he de decir, para satisfacer la sed de NoTaDaS que algun@s necesitan (y en mi defensa), que mantengo la misma disponibilidad para ponerme frente a éste teclado y marcar las notas de un blog que algun@s creéis olvidado..
Pues no! No está olvidado.
De hecho lo veo todos los días por si alguien ha escrito algo o alguien me ha hecho un guiño sabiéndome leído y en parte seguido por esa multitud que algunos llaman miserablemente amig@s. A veces creo que son mucho más que todo eso..
Bueno.. supongo que se me pasó por alto contar lo que fue el maravilloso fin de semana de la carpa.. la verdad es que ésta vez no hay demasiadas cosas que contar. Fue especial (como todas) pero afortunadamente para mí no acabé haciendo la cucaracha ni caminando hacia la bajera persiguiendo una botella de ‘sprite’.. Sólo he de destacar que probablemente sea la primera carpa que acabo en el lugar de los vaivenes después de haber estado todo el día en la carpa y que al día siguiente, lejos de quedarme en charlas alrededor de la mesa cuadrada, acabamos entrando al antro oputxiano realmente sobrio (primera vez también)..


He de destacar dos detalles, ambos dirigidos al mismo hecho: las fichas que me dieron en el guardarropa. En el lugar de los vaivenes, tras años y años de asiduidad, por fin me tocó el número 1. Siempre cuando llego pido “por favor, número par”, pero ésta vez la muchacha que me atendió me dijo que mirara la que me había dado. Decidí quedarme con la que tenía en la mano. El #1!
En el sitio de los oputxianos (y nunca mejor dicho) acabó por tocarme el día siguiente la número 100. Casualidad o no; pero me resultó gracioso acostarme el sábado en la cama, sobrio del todo por una vez, y pensar en ésos detalles que le dieron más vida si cabía al maravilloso finde que había vivido.

Cambiando de tema de una forma radical y de lo más desastrosa quisiera hacer un par de homenajes. El primero a my fuckin’ brother para darle ánimos desde aquí, el sitio más público del mundo, y que pueda subir el escalón de su vida lo más rápido posible y lo más alto posible.. supongo que él ya me entenderá.
En segundo lugar quisiera soltar una afirmación que no por original (no es mía) deja de tener su gracia y su significado. Más aún cuando te has pasado un fin de semana visitando aquella tierra, conociendo gente increíble y sintiendo ambientes de trabajo envidiables.. Cantabria me pone.
Tiene lugares increíbles y básicamente te transmite las mismas sensaciones que cuando te sientas a echar un birra en el Caballo Blanco.. de hecho creo que podría decir que todos los sitios donde estuve me hicieron sentir igual que en ese rincón de Pamplona.. Eso por supuesto sin comentar que comimos por 46 pavos lo que aquí costaría unos 60 como mínimo.. :)


Seguramente cuando pasen unos días (o semanas)(que ojalá que no) y me de por comenzar a escribir de forma asidua y normal yo mismo acabaré por titular uno de los post de ésa forma pero con mi Pamplona querida, pero eso lo dejo para otra vez, porque poco a poco y con el paso del tiempo me voy dando cuenta que nuestra alcaldesa (o la de algunos pocos), aun creyendo que no podía cagarla más, sigue haciendo de las suyas y cargándose una ciudad que siempre fue maravillosa.
Sirva sólo un apunte: sigue talando árboles.. :)

Y ahora para despedirme y dado que una Carcajada va a retumbar en mis oídos en cuanto me acueste en la cama, voy a despedirme con una frase que retumbará sobre los suyos igual que cuando cae una gota en una bañera llena y relajante en un baño vacío:

Buena Suerte y Hasta Luego