A veces me pregunto cuál es el verdadero objetivo de parar las cosas.
Me encontraba paseando por Pamplona un día de lluvia mientras veía cosas bonitas y al recorrer calles y muros me trataba de autoconvencer de que a veces, muy pocas veces, es mejor parar las cosas.
Me he sentado ya unas cuantas veces frente a esos ojos y realmente no puedo llegar a alcanzarlos, siempre de alguna manera acaban por marcharse en la lejanía y te quedas allí, sentado, sin poder mover un solo músculo porque realmente te quedas paralizado. En un shock maldito de infinitas consecuencias donde lo único que te satisface es no ser el único que ha visto unos ojos, los que cada uno tiene, y los ve marchar al fondo del túnel, como cuando has estado a puntito de morir y al despertar dices “he visto la luz blanca”..
Entonces llega el momento de ver a toda la gente que te rodea en tu habitación y en un amago de infinita inteligencia te percatas de que en el fondo te sientes tan sólo que todas esas personas te sobran..
Y pides el alta voluntaria a ver si así, saliendo a la calle, puedes cruzarte su mirada y tratar de volverla a ver en una noche bonita en una terraza de bar agradable.. Para poder tranquilizarte y saber que está ahí, que son alcanzables y necesarios para tu vida esos ojos y que a fin de cuentas te compensa ir despacio, poco a poco, alejándote de la luz blanca.
Evidentemente no para olvidarte de esos ojos, ni de esa mirada blanca, sino para acercarte más y más, hasta esa complicidad tal que un paso más ahí está el amor sincero. Entonces, ya entonces, atacar deliberadamente a tu libertad de sentimiento para tratar de convencerte de que es conveniente para dos corazones y dos miradas juntarse siempre y algún día a la vez.. que algún día está por llegar..

Buena Suerte y Hasta Luego

PD: de nuevo he destilado Oro Nuevo