La vida es una cadena interminable de prioridades.
Hace años seguí una que no debí haber seguido y hoy noche he caído en la cuenta de que tal vez haya perdido la oportunidad más grande no sólo de ser feliz sino de haber encontrado a quien me hiciese sentir pleno, lleno, entero..
Elegí el camino fácil y ahora me encuentro en el momento más difícil: asimilar que fue un error, por muy liso que fuera aquel camino, y que ahora es casi imposible tratar que se vuelva a dar la misma elección.

Tristemente me enorgullezco de mi pasado. Porque, la verdad, a base de tanto golpe está tan pulido que cuesta incluso creer que a cada decisión que tomo sea yo el mismo de hace unos cuantos años. Sí, tal vez el mismo, pero el que ahora ya no se ve.
(..)
Lo que no acabo de entender es si por fin he llegado al punto de sobrevivir a cada decisión. Porque no recuerdo sobrevivir a aquella entero. O al menos metafóricamente.
Siempre se me han perdido cosas con cada decisión. Siempre que eliges entre una cosa u otra se te cae algo de lo que llevas contigo..
Pero sin embargo de aquella no recuerdo haber pasado inadvertido. Es como si recordara ahora, a los años, que realmente perdí todo mi equipaje; como si la gravedad me hubiese atrapado y me hubiese pegado a la tierra para no moverme de aquel lugar en un tiempo y todo el que pasara me pudiera ver por mi “mala” decisión.

- Son prioridades, -me respondía la pregunta que exigía mi elección- estás seguro?
Justo mientras atisbaba los dos caminos se lo señalé.
- Sí, ése.
- De acuerdo.
Un camino liso. Sin baches ni peligros pero muchísimo más largo que el otro con sus pocos baches y sus farolas para iluminar la oscuridad.
No me di cuenta que para los propios baches el otro camino me había puesto unas farolas para atravesarlo, de tal forma que sufrir accidentes sería, al menos, soportable.
Ahora que creo haber sobrevivido a la gravedad que me hizo clavarme en mitad del camino largo y llano durante algunos años, veo el otro camino con sus baches y farolas y me siento en el suelo a observar. Allá a lo lejos lo veo. Y siento que me dice que mi oportunidad ya ha pasado.. Que ya no hay vuelta atrás.

Buena Suerte..
y Hasta Luego.