Su sonrisa

Cuando caminábamos hacia casa Ella me paró, “mañana es nuestro mesversario, amor!”.
Una sonrisa rebosante de alegría le surgía de cada célula de su rostro. La córnea se hinchaba dejando que el cristalino mostrara todo el esplendor de las pupilas, comiéndose el mundo a bocados con esa sonrisa que marcaba dientes y labios, con el arco de cupido abierto, como acabando de disparar..
Al fin y al cabo era un día casi perfecto para Ella. Su novio le estaba acompañando al portal, a sabiendas que luego tendrá que volver hacia su cama por el mismo camino en lo que yo denomino la travesía del desierto. Todavía, aunque había recibido el último y mejor presupuesto para su cocina nueva de su casa recién comprada, no podría dormir tranquila en su nueva cama hasta que pasasen unos cuantos meses, pero el día acababa especial, en el portal, con charla rápida y tras un paseo conversado, tranquilo pero cansado del día entre números, cocinas y demás.
Le dejé subir a casa, uno se queda incluso más tranquilo y sabe que Ella, ya tumbada, tan sólo espera un mensaje o una llamada, y atravesé el desierto en noche fría, callada, sin gente por las calles y con un Yamagutxi que respiraba desde el verde con una fuerza que me resultó inesperadamente húmeda. He paseado mil veces esta ciudad, sabía que había llovido, lo sabía, pero la tierra era como si respirara cansada también.
Arriba, bajo el cielo las nubes oscuras y rojas por la iluminación de la vieja Iruñea no dejaban ver el primer atisbo de la luna creciendo. Recordé que la luna no estaría en San Fermín este año, que ésta creciente será la última Luna llena antes del primer encierro..
Al llegar al portal de nuevo su recuerdo, otro 15 que se asoma como de vez en cuando para decirte que siempre esta Ella contigo. Era noche de mesversario y habíamos hablado ya de tanto que me acosté en la cama pensando en su sonrisa..
Posted on 13:28 by E and filed under | 0 Comments »

0 comentarios: