Ya se han ido seis meses y, con el paso de todo este tiempo, me voy dando cuenta de lo que crezco, lo que me sumo y lo que gasto.
Nunca me consideré un especialista
pero es que aquella noche debí ser muy idealista
y eso a Ella le gustó..
sé exactamente cómo sucedió..

Recuerdo la primera conversación como si se tratase de una noche más de sábado cualquiera, lo justo para recordarla siempre pero con el suficiente grado de olvido que la hace especialmente especial..
No sé si fueron las conversaciones sobre policías o sobre upn, tus cigarros prestados cuando había decidido no fumar o aquel cruce de piernas. No sé realmente si fue tu espalda cuando te vi o tus ojos cuando me despedí.. O las ganas de haberte llevado conmigo en tan oscura noche.. quién me iba a contar que dos semanas más tarde, cuando la Luna estuviera llena iba a ser contigo con quien la viera?
Bajo un sauce llorón o en mitad de un viñedo navarro,
de Piedemonte de Olite, claro..

Como una vez te dije, repito de nuevo: “desde el mismo momento en que supe que existías supe lo que sentía”. Hoy, evidentemente, te quiero más que ese primer día. Has llegado a formar parte de mí de una forma tan sutil y a la vez tan influyente que creo que aún no me doy cuenta de lo ordenada que está mi vida.. no soy el mismo, pero sigo siendo el mismo. Tengo cuerpo, y cara, y labios de NoTa, pero albergo dentro de mí un lobo estepario, quizás varios, que tú sacaste de su armario, dejándome libre.. dejándome el alma llena..

Sólo quería escribirte como recompensa por no haberte llamado a la hora indicada para tal día como el de hoy. Créeme si te digo que hoy, como otras veces, puede más el recuerdo de tu imagen durmiendo sobre rojo y bajo blanco que el imaginar tu azul despierto. Siento no haberte llamado Bolita..

Gracias, por ser más de lo que buscaba y mucho más de lo que esperaba..

Buena Suerte y Hasta Luego