Hoy he pasado el día reflexionando sobre el sentido que tienen para mí todas éstas cosas que han ocurrido en casi un mes y he acabado por escribir una especie de testamento de mi corazón..
Éste músculo sangriento lo voy a sepultar bajo losas de hormigón armado para que ya nadie pueda tocarlo, manipularlo o maltratarlo. Creo que ya basta. No me lo merezco..

Recuerdo que hace un mes deseaba con locura su llegada, recuerdo que estaba nervioso por eso y por la empresa, recuerdo que cada hora era una eternidad y que cada eternidad me acercaba más al mes de octubre.
Hoy es veinte de octubre. En el camino han quedado ilusiones, alegrías y, por qué no decirlo, todas las esperanzas que tenía puestas en aquello que llaman amor.
Es curioso porque a medida que voy cumpliendo años más tengo la sensación de que en todo, con todo, he sido yo el único que ha sido fiel en brazos de Artemisa. Todo lo demás me parecen personas que de algún modo u otro siempre acaban haciéndome daño..
Hasta aquellas de las que nunca me lo imaginé..

En fin compañeros, como dirían en Cuba: “llegó el comandante y mandó apagar”.. la música por supuesto. Porque aunque deje mi corazón bajo capas de hormigón también le he dejado una diminuta rencilla para que pueda respirar..
Ahora solo se trata de que alguien se atreva a mirar por ese agujerito..

Buena Suerte y Hasta Luego