-mientras estaba en el trabajo, durante esas tres horas-
Mira que se pasa el día entre dudas y entre sombras
mira que cuando me nombras reverdece la alegría..
Mira que si no eres mía ya no seré de ninguna
mira que hoy va la fortuna de la mano de nosotros
mira que esperan los otros para poblar tu laguna.
Hay una puerta entreabierta
hay una ventana rota
hay un juego de pelota
hay una plaza desierta.
Hay una vasija muerta
de tanto esperar sin flor
hay un inmenso dolor
hay unas manos quebradas
hay penas y carcajadas
hay un amor sin amor.
Viene la pena en mareas
viene la rabia a caballo
viene tu voz si me callo
y escucho aunque no lo creas.
Me extravío en las tareas
de forjar este metal
y me quemo con la cal
de tu silencio perdido
y entre el grito y el olvido
soy distancia y mineral.
Caminante sin camino
inútil tantas fatigas
en las tiendas enemigas
no hay posada ni buen vino.
Peregrina el peregrino
el viento borra sus huellas
y las mujeres más bellas
se arrugan y se deshacen
todos mueren todos nacen
todos menos las estrellas.
Qué cosa es la eternidad
para el instante del hombre
día a día nombre a nombre
nos va matando la edad.
No hay maldades ni bondad
no hay amores verdaderos
son mentiras los luceros
porque en noches estrelladas
son engaños y emboscadas
que extravían marineros.
Jinete lanza y corcel
por mi Dios y por mi dama
hoja tronco flor y rama
pintor visión y pincel.
Mármol artista y cincel
por mi reino y sus banderas
muchachita primaveras
un sueño para los dos
por mi dama y por mi Dios
montaña bosque y praderas.
Vive la vida en tus manos
que quieren y no se atreven
que temerosas se mueven
ansiosas de intentos vanos.
Una tribu de gitanos
va inundando tus mañanas
y se escuchan las campanas
que repican en la torre
y la angustia te recorre
por la sangre y por las ganas.
Hacer no hacer esperar
andar o quedarse a un lado
ser en virtud o pecado
una ocasión para amar.
Ave y cielo, pez y mar
anzuelo, razón y flecha
la maldición de una fecha,
la tentación de un instante
cielo y mar, viejo farsante
ave y pez, pólvora y mecha.
Ella tan sólo y por ella
tú tan sólo y sólo tú
casa vieja de bambú
donde aprendiste tu huella.
Guerra y paz sólo una estrella
que entrega luz y da sombra
ella la voz que te nombra
la devoción y el recuerdo
yo el silencio en que te pierdo
tú el conocer que te asombra.
Alma, tristeza y vacío
carrusel descontrolado
un conflicto y un tratado
afán de libre albedrío.
Una fiera, un caserío
un cazador de verdades
un fruto de dos ciudades
un sur que esconde el secreto
una carta, un amuleto
una postal, dos mitades.
La quiero porque la quiero
porque las piezas encajan
porque hay hombres que trabajan
por amor, no por dinero.
Marinero, marinero
por qué corrientes te vas
mar, qué razones me das
para seguir tu galera
cuando me tienta la hoguera
y el fuego me alumbra más.
Dudas muchas dudas ciegas
palabras que nada dicen
brujas que vuelen y hechicen
el campo por donde llegas.
Esta noche si me niegas
antes de que salga el sol
angustia fuego y alcohol
maldición nunca cumplida
vida en tus labios y vida
en las lenguas del crisol.
Decir y decirlo todo
callar y sumarse al resto
provocación, manifiesto
pabellón a piedra y lodo.
Río arriba hay un recodo
un porqué y un alegato
sensaciones, garabato
miedo inútil vespertino
camino piedra y camino
atrevimiento y recato.
Cerca pero sin cercar
lejos sin hacerse olvido
toda la audacia de un nido
hecho a los bordes del mar.
Dos mitades a la par
ansiedad, irreverencia
jurado, juez y sentencia
una prisión sin barrotes
gaviotas, redes y botes
una inocente indecencia.
Un amor hecho de amores
hecho de intentos fallidos
de sonrisas, de cumplidos
de vergüenzas y temores.
De miserias, de rencores
de noches abandonadas
un amor hecho de almohadas
y de sábanas impuras
amor de viejas monturas
y de absurdas cabalgadas.
Un amor hecho de trigo
hecho de espuma y moliendas
un amor entre contiendas
sin demandas, sin abrigo.
Un millonario mendigo
que se aferra a tu costado
un bergantín encallado
en las arenas del miedo
un toro negro en el ruedo
un torero desarmado.
Al sur la inmensa riqueza
al sur la cruz que te guía
la fiera melancolía
la inexplicable tristeza.
Al sur también la certeza
del ser y sus condiciones
las antiguas tentaciones
los recientes espejismos
los galopes, los abismos
su tiempo y tus estaciones.
Ando buscando tu paso
sigo el rumbo de tu estela
ando soñando tu vela
incendiándome el fracaso.
Ando de mente y ocaso
de vida y amanecer
ando queriendo crecer
desde mi niñez ausente
ando buscando tu fuente
tu camino y tu mujer.
Y nada más que la tinta
no tiene lo que le pido
ni la palabra el sonido
para marcarte distinta.
Por tu seda, por mi cinta
por el sitio en que te espero
por tu mano el vertedero
donde bebe mi esperanza
porque un suspiro me alcanza
para decir que te quiero.
Buena Suerte y Hasta Luego
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